domingo, 22 de mayo de 2011

Felipe IV

Felipe IV nació en Valladolid el 8 de abril de 1605. En 1621 alcanzó el trono, tras la muerte de su padre.Se casó dos veces, la primera con Isabel de Borbón en 1615, y la segunda con Mariana de Austria en 1648, de cuyos matrimonios nacieron doce hijos, sólo tres de los cuales sobrevivió.Tuvo además un hijo fuera de sus matrimonios, don Juan José de Austria (1629), con la actriz María Calderón, alias "La Calderona", oficialmente reconocido en 1642 pero rechazado que vio rechazada por su padre en 1663 su pretensión de ser considerado infante.Su objetivo prioritario de su mandato fue restaurar el poder del trono, que había sufrido una bajón considerable en el reinado anterior. Delegó su poder en el poderoso valido conde-duque de Olivares en el año 1621 hasta el1643, con el fin de realizar un ambicioso proyecto de reforma que afectaba a buena parte de las instituciones. Su primera labor se centró en la Hacienda, en la que se intentó la recuperación de rentas, el control sobre el gasto público, el ordenamiento y estructuración del sistema impositivo.
Si bien el desarrollo de la guerra fue exitoso, las medidas tomadas para sufragarla provocaron las revueltas de catalanes y portugueses en el año 1640 y costaron el puesto a Olivares en el 1643.En su lugar, se formó un gobierno de emergencia, tutelado por Felipe IV, quien ya no volverá a dar el mismo grado de poder a ningún valido. A pesar del cambio de gobierno, los problemas continúan. La guerra prosigue y con ella la excesiva presión fiscal, que dará lugar a una nueva quiebra en 1647. Las malas cosechas, además, provocaron revueltas en Castilla del 1647 al 1652 y del 1655 al 1657, y en Nápoles en el 1647.La guerra con Francia se había vuelto insostenible, por lo que se decide un cambio de política.La caída de Barcelona en el 1652 permitirán al rey recuperar parte del prestigio y confianza perdidos y le facultarán para intentar en los últimos años de su reinado la recuperación de Portugal.Felipe IV falleció el 17 de septiembre de 1665, dejando detrás una monarquía en profunda recesión y crisis y con su autoridad fuertemente cuestionada por nobles, ciudades y regiones.

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