En este cuadro, Velázquez respeta el modo tenebrista de cortar a las figuras por la rodilla y representarlos muy en primer término.Esta es una de las " recetas " que aprendió en el taller de Pacheco, su maestro sevillano.El foco de luz que ilumina la escena está muy alto, iluminándolas a modo de foco teatral.Por su disposición, recuerda a los cuadros de Ribera, ( pintor español residido en Nápoles ), que introduce el tenebrismo caravaggiesco en España.
Pero aún en esta etapa temprana de su pintura empezó a romper los moldes de sus maestros, como por ejemplo, el fondo de la escena no queda totalmente en penumbra y oscuro, sino que aclara ciertas zonas del mismo con más planos creados por la luz que los tenebristas típicos.También la gama cromática es más variada, ya que aunque observamos ese color mate madera característico de esta primera etapa, predomina el betún y el rojo, que utiliza en contraste con los blancos.Poco a poco Velázquez va iniciando un arte más vivo que los pintores anteriores, observando la realidad y copiando los modelos con sus movimientos y expresiones, lo que se refleja también en esta obra.Sus características más " visibles " son :
* El realismo representado en la acción.
* La técnica del claroscuro.
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